Historia Casa Estudio Chaminade

En el verano de 2008 al interior de la comunidad religiosa marianista existía el deseo de crear acciones que favorecieran el trabajo con las personas vulneradas, con rostro de mujer y de jóvenes. Es así que en la ciudad de Linares, los religiosos marianistas de la época reunieron a un grupo de exalumnos y exalumnas del Instituto Linares, con sensibilidad social para que ayudaran a discernir la creación de un proyecto de solidaridad para los más vulnerables.

En ese mismo año, durante el mes de junio, la comunidad marianista comenzó a vincularse con cuatro adolescentes en situación de calle, que se encontraban desertados del sistema de educación formal, cuya escolaridad era mínima. Fue clave en este tiempo y para estas personas, el Instituto Linares, como lugar de encuentro en las noches, en donde era posible ofrecer comida, ducha y ropa limpia, instancia que permitió establecer vínculos reparatorios, por medio del cuidado y cariño a estos hijos de Dios. En el mismo tiempo, un grupo de apoderados colaboraba en la atención de adultos en situación de calle, para quienes se ofrecía comida todos los miércoles al final de la tarde, en frente del Hospital Base de Linares. De esta forma y desde estas acciones solidarias se generó la inspiración para crear lo que hoy conocemos como Casa Estudio Chaminade.

En este periodo la comunidad educativa del Instituto Linares participó activamente en la creación de esta nueva obra educativa marianista. Una actividad simbólica en este tiempo fue la aplicación de una encuesta a las familias del sector Nuevo Amanecer, donde participaron 100 integrantes del colegio, entre alumnos, apoderados, profesores y exalumnos, quienes durante un sábado de noviembre encuestaron a más de 2000 familias, evidenciando un número significativo de adolescentes que habían desertado del sistema educativo.

En diciembre de 2008 los religiosos marianistas dieron su aprobación a esta nueva misión educativa, aprobando la creación de dos Casa Estudio Chaminade (CECH) en la provincia de Linares. Durante febrero se buscó el equipo profesional que daría vida a esta noble misión. En marzo se inició la misión educativa, en dos sedes: la primera ubicada en el sector Nuevo Amanecer de Linares, correspondiente a una sede comunitaria del sector y entregada en comodato por el Alcalde de ese tiempo. Fue coincidencia y a su vez, simbólico que Casa Estudio Chaminade se ubicará en el pasaje Hno. Claudio Ortiz, quien fuera uno de los primeros marianistas en Chile. Su figura y testimonio sería una de las inspiraciones en este comienzo de la obra. La segunda sede se ubicó en Longaví, en un centro comunitario, cuya propiedad correspondía a la Parroquia San Lorenzo, cuyo párroco nos entregó también en comodato este edificio. 

De esta manera Casa Estudio Chaminade comenzó a ser una realidad, y con ello a dar un espacio de educación no formal a niños, niñas y adolescentes que se encontraban fuera del sistema escolar formal. En el primer año de funcionamiento la ilusión, cariño y compromiso por los estudiantes fue un sello distintivo del equipo profesional, quienes a diario brindaban espíritu de familia en la obra. Durante este primer periodo comenzamos a generar redes y vínculos con organismos estatales y privados, de manera tal, de dar una atención integral  a nuestros estudiantes.

En agosto de 2008 se firma el primer convenio de cooperación con Casa Estudio Chaminade. Este convenio fue suscrito con Cruz Roja de Freiburg, Alemania, quienes se comprometieron a enviarnos jóvenes voluntarios para acompañar el proceso educativo de los alumnos y alumnas. Fruto de este convenio, en octubre de 2009 llegan las primeras dos voluntarias, quienes se dedicaron a apoyar pedagógicamente a los estudiantes.

Después del primer año de funcionamiento, nos tocó como país vivenciar lo que sería uno de los terremotos más grandes de la historia de Chile, en donde se vieron afectados algunos de nuestros estudiantes, perdiendo sus viviendas. Con este escenario de dolor y pérdida para muchos chilenos, comenzamos el segundo año de Casa Estudio Chaminade, debiendo dejar la sede de Longaví, con el fin de concentrar a los estudiantes en Linares. En este mismo año contamos con la colaboración de dos voluntarias del mundo marianista, una proveniente de Buenos Aires, enviada por el Voluntariado Internacional Marianista, y la segunda correspondiente a una docente jubilada, y miembro activo de las Comunidades Laicas Marianistas.

Desde el año 2010 hasta diciembre de 2011 Casa Estudio Chaminade se concentró en la sede del sector Nuevo Amanecer, y luego en marzo de 2012, asumiendo la dirección de la obra una laica marianista, se decide trasladar el proyecto a una vivienda más grande, a tres cuadras del centro de la ciudad. Este nuevo espacio permitió mejorar la atención pedagógica y social de cada uno de los estudiantes.

En el año 2013 se integran nuevos miembros al equipo profesional, y con ello el número de estudiantes comienza a crecer significativamente año a año. El ambiente de Casa Estudio Chaminade se caracterizaba por el espíritu de familia, y el compromiso de cada uno de los profesionales que en ella trabajaban. Además, esta propuesta de reinserción educativa fue haciéndose conocida en la ciudad de Linares y la Región del Maule. En este escenario comenzó a tomar fuerza la idea de transformar esta experiencia en un establecimiento educacional.

El primer paso para concretar la creación de un establecimiento educacional, fue conseguir un terreno amplio que permitiera pensar el desarrollo de un proyecto educativo, vinculado con la comunidad. Después de muchos meses de búsqueda, de visitar varios terrenos, se logra obtener el comodato de un terreno estatal, al lado de la Parroquia María Peregrina, en la población Yerbas Buenas. Fue simbólico cómo se gestó la llegada a este terreno, porque a raíz de la muerte de Camelia (septiembre 2014), mujer adulta de Linares que estaba en situación de calle, despertó en muchos la preocupación por dar mayor dignidad a estas personas.  Es así como actores locales del mundo político, social, eclesial y marianista se reunieron para reflexionar las acciones que se podían generar para atender a los más vulnerados de Linares.

En este periodo de transición de esta obra educativa tuvimos un hito importante, la llegada a Casa Estudio Chaminade del Hermano Crescencio Fernández, en el año 2016, docente con trayectoria educativa en los colegios marianistas tradicionales, y al poco tiempo de estar con nosotros, constatamos su vocación marianista y pedagógica. Su testimonio de entrega y preocupación por los más vulnerados quedó de manifiesto en su deseo de trabajar con los estudiantes más “difíciles”, y que al cabo de unos meses, Crescencio pasó a ser el “tatita” querido por sus alumnos y alumnas, siendo muy cercano con estos jóvenes, permitiendo avances y motivación en lo pedagógico, junto con darles dignidad a cada uno de sus queridos alumnos y alumnas. Los dos años de presencia con nosotros fueron muy significativos para quienes compartimos la tarea  de educar. Son muchas anécdotas que quedan en la memoria del paso de Crescencio por nuestra casa y nuestras vidas. Vivió para educar y educó para que otros vivan.

En septiembre de 2016, después de varias gestiones se firma finalmente el documento de comodato hacia Fundación Chaminade, por parte del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, para ejecutar la construcción del nuevo colegio. Luego de esto, en diciembre de 2016 se celebró la ceremonia de instalación de primera piedra, acto que contó con la participación de los religiosos marianistas, y actores de la comunidad local de Linares. En este contexto, Fundación Sinergia Marianista, se hace responsable de gestionar los recursos necesarios para cumplir tan noble tarea.

Ya en enero de 2017 se instala la empresa responsable de la edificación, quienes durante este mes hacen instalación de las faenas. En los meses siguientes fuimos testigos de los avances de esta obra, y los jóvenes obreros que fueron parte de la construcción, ya estaban interesados en nivelar sus estudios de educación media, para pensar un mejor futuro para sus vidas.

En octubre de 2017 se realiza la ceremonia de inauguración de la nueva obra. Ha sido uno de los días más importantes en la historia de Casa Estudio Chaminade. En la ceremonia estuvieron presentes los religiosos marianistas, directivos de Fundación Chaminade y Fundación Sinergia Marianista. Uno de los hitos importantes ha sido el traspaso en su totalidad de la obra educativa a Fundación Chaminade por parte de Fundación Sinergia, entidad que gestionó la adquisición de los recursos y la ejecución de la obra. La inauguración de esta obra fue una de las celebraciones importantes del Bicentenario Marianista, dado que se celebraban 200 años de la Fundación de la Familia Marianista. Al día siguiente de la inauguración los alumnos y alumnas de Casa Estudio Chaminade junto a sus educadores colaboraron en el traslado del mobiliario, desde Calle Mario Dueñas 37, hasta las nuevas instalaciones. Este día de mudanza no estuvo exento de anécdotas, y situaciones divertidas que sin duda mostraban el espíritu de familia que esta obra tiene desde sus orígenes.  

Una vez finalizado el edificio fue necesario gestionar la obtención de reconocimiento oficial como establecimiento educacional, por parte del Ministerio de Educación. Este proceso no estuvo exento de dificultades, pero sin duda que la providencia de Dios acompañó todo esto, como ha sido desde los inicios de esta obra. En marzo de 2018 se inaugura el año escolar del nuevo colegio, instancia que se firma un convenio de colaboración con CFT Maule. En la inauguración estaba presente la nueva familia educativa, especialmente, aquellos jóvenes que han encontrado en esta obra un motivo de esperanza y de encuentro.

Inicio de CECH 2009-2011
CASA ESTUDIO CHAMINADE
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